En la actualidad, las ciencias sociales computacionales [computational social science] comprenden un campo multidisciplinario en el que se desarrollan y aplican métodos computacionales para el análisis de datos de gran escala de comportamientos de seres humanos.
Este término comenzó a utilizarse en las últimas décadas del siglo XX, tanto en el propio campo de las ciencias sociales (para describir, por ejemplo, el uso de software con los que se simulaban y estudiaban conductas humanas en escenarios artificiales), como en los de la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (en los que se agrupaba, bajo esta etiqueta, a todo tipo de estudios que emplearan grandes cantidades de datos acerca de los comportamientos de los seres humanos). Sin embargo, adquirió mucha más fuerza en la era de los datos masivos [Big Data].
De este modo, en 2009, un grupo de investigadores radicados en distintas universidades estadounidenses –entre ellos David Lazer y Alex Pentland (referentes, el primero, de las universidades del Nordeste y de Harvard y el segundo, del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Junta Asesora del Grupo de Tecnología y Proyectos Avanzados de Google)– publicaron un documento considerado pionero en la revistaScience con el objetivo de impulsar lo que daban en llamar “ciencias sociales computacionales guiadas por datos” [data-drivencomputational social science], distinguiéndola, así, de las ciencias sociales computacionales de fines del siglo XX.
El emergente campo, sostenían, debía nutrirse, del mismo modo que ya lo hacían la biología y la física, de la inédita capacidad técnica de recolección y análisis de cantidades masivas de datos con vistas a diversos fines. Indicaban, además, que esas ciencias sociales computacionales guiadas por datos funcionaba de facto, desde hacía al menos un lustro y en forma muy activa, tanto en las oficinas de Google y Facebook como en la Agencia de Seguridad Nacional de su país (Lazeret al.).
Uno de los rasgos que distingue a las ciencias sociales computacionales cuando, como sucede en el caso de estos investigadores, son desarrolladas en un territorio intermedio en el que conviven la investigación científico-universitaria, las así llamadas bigtech, consultoras globales dedicadas a la comunicación política y distintos tipos de dependencias estatales (sobre todo del norte global), es que están orientadas menos a la explicación que a la predicción-inducción de las conductas. “Fuera con toda teoría del comportamiento humano, desde la lingüística hasta la sociología”, escribió en 2008 el editor de la revista Wired Chris Anderson, “¿Quién sabe por qué las personas hacen lo que hacen? La cuestión es que lo hacen y podemos seguirlo y medirlo con una finalidad sin precedentes”.
REFERENCIAS
Anderson, C. (2008). “The End of Theory: The Data Deluge Makes the Scientific Method Obsolete”, enWired, recuperado de https://www.wired.com/2008/06/pb-theory. Edelmann, A. (2020) “Computational Social Science and Sociology”, enAnnual Review of Sociology, vol. 46, pp. 61-81.Lazer, David et al. (2009). “Computational social science”, Science, vol. 323, nº 5915, pp. 721–723.
Lazer, Davidet al. (2020). “Computational social science: Obstacles and opportunities”, Science, vol. 369, nº 6507, pp. 1060–1062.