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pensamiento sistémico

PENSAMIENTO SISTÉMICO

Partiendo de la teoría general de sistemas, el pensamiento sistémico constituye una perspectiva de modelización y análisis que involucra un conjunto de consideraciones sobre las características de los sistemas, empezando por la percepción de que estos no están constituidos solo por sus partes, sino también por las interacciones entre ellos y las interacciones con las condiciones exteriores. A través de esta perspectiva, se puede decir que un sistema se constituye mediante todos sus estados posibles.

El pensamiento sistémico enfoca una pregunta, circunstancia o problema explícitamente como un sistema, o sea, como algo que remite a un conjunto de entidades interrelacionadas Se trata de considerar que todos los componentes y factores son necesarios para producir el comportamiento o desempeño del sistema; ninguno en particular es suficiente per se. Como tal, se puede decir que el pensamiento sistémico es un modo de razonamiento y se encuentra junto a otros, como el razonamiento crítico (evaluación validez de las afirmaciones), el razonamiento analítico (realizar un análisis a partir de un conjunto de leyes o principios) o el razonamiento creativo, entre otros. (Crawley, Cameron, Selva, 2015, p.22).

Al razonar sobre una pregunta, circunstancia o problema explícitamente como un sistema, se hace necesario definir sistema:

1. Un sistema está formado por entidades que interactúan o están interrelacionadas.

2. Cuando las entidades interactúan, aparece una función que es mayor o diferente a las funciones de las entidades individuales.

Las entidades (también llamadas partes, módulos, rutinas, ensamblajes, etc.) son simplemente las partes que forman el todo. Las relaciones entre las partes pueden ser estáticas (como en una conexión) o dinámica e interactiva (como en un intercambio de funciones y/o bienes).

En cuanto al efecto, comportamiento o desempeño del sistema, esto es llamado “emergencia”: se refiere a lo que aparece, se materializa o emerge cuando opera un sistema opera.

Los sistemas tienen las siguientes características:

Teleológicos:

Un sistema diseñado no es solo un conjunto de componentes conectados, sino que estos están constituidos para la persecución de un objetivo o propósito. Los objetivos son satisfechos a través de la operación de sus componentes, sus restricciones y sus interacciones. Por lo tanto, sus propiedades son emergentes, es decir, existen porque existen cambios de estado en el sistema.

Holísticos:

Un sistema es un todo y su disección en partes no es representativa de su identidad. La definición estática de un sistema es solo uno de los estados posibles. Deben considerarse los mecanismos que generan sus cambios de estado, incluidas las interacciones y relaciones entre sus partes.

Contextuales:

Todo comportamiento está afectado por las condiciones en las que ocurren. Los comportamientos emergentes no son nacidos directamente de la complejidad de los componentes, sino que de complejidad interactiva.

Interdependientes e interconectados:

Las conexiones son complejas, es decir que el comportamiento individual no puede ser explicado ni comprendido su impacto en el todo por la simple observación del mismo. La modificación de las partes de un sistema complejo trae consigo consecuencias no esperadas, así como nuevos estados posibles del sistema, ya sea en el contexto inmediato o en otras partes que pueden no aparentar conexión con la parte modificada. A esto se le llama la Ley de Consecuencias No Intencionadas (Law of Unintended Consequences).

Dinámicamente complejos:

Causa y efecto no se encuentran relacionados de manera simple. La complejidad dinámica produce dificultades en la comprensión de un sistema. Los sistemas pueden sufrir inestabilidad a través de corrimientos temporales entre causas y efecto. La incorporación de restricciones y controles a través de un modelo estático pueden impedir el cumplimiento de los objetivos.

No Lineales:

Se requiere de una visión no secuencial del comportamiento. Un comportamiento basado en la persecución de objetivos posee el potencial para producir retroalimentación e información de monitoreo.

Jerárquicos:

Los sistemas pueden ser vistos en términos de niveles jerárquicos y la relación entre ellos, cada uno con características a escala de cada nivel definidos por el observador del sistema.

Al construir un sistema se define la emergencia deseada: sus acciones, resultados o productos. Los diseñadores construyen el sistema con el fin de obtener la emergencia deseada que es su función primaria y anticipada. Por ejemplo: los smartphones tienen una función primaria de comunicación. Sin embargo, pueden surgir emergencias no deseadas anticipadas, como el hecho de que estos dispositivos utilizan cantidades de baterías de litio que para su obtención se necesitan cantidades importantes de agua, además de producir la salinización del agua dulce. Otra emergencia no deseada es el hecho de que, debido al rápido cambio de los smartphones en busca de mejores performances, se acumula basura que provoca contaminación ambiental. A su vez, surgen emergencias no anticipadas: estos dispositivos proporcionan una sensación de compañía o de vigilancia y control, sumado a la capacidad que tienen para obtener grandes cantidades datos gratuitamente de sus usuarios y algunas veces sin consentimiento. En conclusión, la función emergente puede ser anticipada o no anticipada, y puede ser deseable o indeseable.

Que un sistema sea “complejo” significa que implica muchas entidades y relaciones (Ver en glosario sistema sociotécnico complejo). Charles Perrow llama “complejidad interactiva” al conjunto de estas emergencias que derivan del conjunto de entidades y relaciones, la cual supone que distintas entidades o componentes pueden eventualmente interactuar con otros componentes fuera de la función primaria de emergencia prevista por el diseño. Estas interrelaciones no siempre han sido planeadas; no son siempre conocidas o familiares, son interacciones inesperadas. 

En resumen, la interacción de entidades conduce a la emergencia. Esta emergencia se refiere a lo que aparece, se materializa o emerge durante la operación de un sistema opera. El éxito del sistema se mide en función de la emergencia de las propiedades anticipadas por diseño, mientras que sus fallas ocurren cuando se presentan otras emergencias no anticipadas que además son indeseables.

Para el pensamiento sistémico aplicado al accidente, este es una función emergente del sistema, un accidente normal en palabras de Perrow, y puede ser anticipado (accidente postulado por diseño) o no anticipado (accidente no postulado por diseño),

En suma, el pensamiento sistémico:

  • Explora patrones de cambio eficaces en lugar de soluciones instantáneas de los sucesos cada vez más complejos.
  • Es una manera de reconocer las relaciones que hay entre los sucesos y las subpartes de un sistema.
  • Es un enfoque para ver a los sistemas de una manera holística e integrada, en lugar de observar componentes o partes aisladas.
  • Examina los vínculos e interacciones entre los elementos que componen la totalidad del sistema.
  • Es un marco para comprender los saltos de escala.
  • Es particularmente útil para abordar sistemas complejos en los que pequeños cambios en una parte del sistema pueden generar efectos grandes e inesperados en el sistema general.
  • Busca comprender la emergencia como parte constitutiva de los sistemas.

REFERENCIAS

Crawley, Edward; Cameron, Bruce y Selva, Daniel (2015). Systems Architecture. Strategy and Product Development for Complex Systems. Indianapolis, Pearson Books.

Leveson, Nancy (2011). Engineering a Safer World: Systems Thinking Applied to Safety. Massachusetts, MIT Press.

Perrow, Charles (2009). Accidentes normales: convivir con las tecnologías de alto riesgo.  Madrid, Modus Laborandi.