En 1953 los investigadores Frederick Emery y Eric Trist, del Tavistock Institute de Londres, acuñaron la expresión socio-technical system en un estudio sobre las condiciones de trabajo en organizaciones. Su objetivo era incluir no solo el sistema técnico, sino también el sistema social, en los factores a ser considerados en el estudio del gerenciamiento del trabajo. De esta manera, postularon que las relaciones entre ellos deberían constituir un nuevo campo de investigación alejado de los principios tayloristas y burocráticos predominantes en esa época. Así emergió un nuevo paradigma (Emery, 1978) en la cual las explicaciones y respuestas a los problemas de la organización del trabajo deberían buscarse entre los requisitos de los sistemas sociales y los técnicos.
En su texto “La evolución de los sistemas socio-técnicos Un marco de referencia conceptual y un programa de investigación-acción”, Eric Trist (1981) enumera los principios bases del nuevo paradigma:
- El sistema de trabajo, que comprendía un conjunto de actividades que constituían un todo funcional, ahora se convirtió en la unidad básica en lugar de los trabajos individuales en los que se podía descomponer.
- Correspondientemente, el grupo de trabajo se volvió central en lugar del titular individual de la tarea.
- Es preferible la regulación interna del sistema por parte del grupo que la regulación externa de los individuos por parte de los supervisores.
- El principio de diseño de los sistemas debe basarse en la redundancia de funciones en lugar de la redundancia de partes, que era lo que caracterizaba a la filosofía organizacional transversal, que tendía a desarrollar múltiples habilidades en los individuos y aumentar inmensamente el repertorio de respuestas del grupo.
- Este principio valorizaba lo discrecional en lugar de las partes prescriptivas de los roles de trabajo.
- Trataba al individuo como complementario a la máquina en lugar de una extensión de ella.
- Procedía al incremento de la variedad tanto para el individuo como para la organización en lugar de disminuir la variedad en el modelo burocrático.
En referencia al análisis socio-técnico, este debe darse en tres niveles: el sistema de trabajo primario; la totalidad de la organización; y los fenómenos macrosociales.
1. Sistema de trabajo primario: Estos son los sistemas que llevan adelante el conjunto de actividades involucradas en un subsistema identificable y relacionado con la totalidad de la organización como, por ejemplo, una línea de producción o una unidad de servicio. Estos sistemas pueden consistir en grupos singulares cara-a-cara o en un número de grupos en conjunto con personal de apoyo especializado y representantes de la gerencia, además de otros recursos. Tienen un propósito reconocido que unifica a las personas y las actividades.
2. Sistemas de organización (Totalidad de la organización): Esto corresponde a fábricas, plantas de producción o equivalentes. Por otro lado, podrían ser corporaciones enteras o agencias públicas.
3. Sistemas macrosociales. Estos incluyen sistemas en comunidades y sectores industriales e instituciones operando en el nivel general de una sociedad.
En resumen, el concepto de sistema sociotécnico consideraque, mientras se desarrolla el proceso histórico de una sociedad, los individuos cambian sus valores y expectativas relacionadas con los roles de trabajo y esto cambia los parámetros de diseño organizacional. En cambio, el desarrollo tecnológico trae cambios en los valores, las estructuras cognitivas, estilos de vida, hábitos y comunicaciones que profundamente alteran una sociedad y sus posibilidades de supervivencia. Los fenómenos socio-técnicos son contextuales, así como organizacionales.
Desde el pensamiento sistémico aplicado a la seguridad operacional, tres autores han trabajado el término sociotecnico y la complejidad de los sistemas: Charles Perrow, Erik Hollnagel y James Reason. Los citaremos en orden cronológico de sus obras.
Charles Perrow, en su libro Accidente normal (1984), si bien no utiliza el término sociotécnico, sí incorpora la complejidad y lo enuncia como “sistemas complejos”, los cuales poseen dos características importantes: el acoplamiento fuerte y la complejidad interactiva. Para este autor, los sistemas “fuertemente acoplados” son aquellos altamente centralizados con controles rígidos y muy precisos dentro de las tolerancias especificadas. Los subsistemas que los componen son interdependientes y, por ende, cada cambio tiene impacto masivo en todo el sistema. Los procesos discurren a un tiempo y una velocidad determinados, y una vez iniciados no pueden ser detenidos rápidamente sin ocasionar consecuencias muy graves. En algunos casos, los acoplamientos fuertes incluso tienen un punto de no retorno, más allá del cual ya no es posible detenerlos.
Para interrumpir los procesos de este tipo de sistemas, debe respetarse una secuencia que es inmodificable, es decir que su flexibilidad es escasa y generalmente debe realizarse a un ritmo rígido, por lo cual el factor tiempo es fundamental. Asimismo, los comandos de los sistemas complejos no permiten al operador acceder al control de todos los componentes para poder intervenir en los orígenes del proceso y detenerlo. Los subsistemas redundantes y algoritmos son los que intervienen para solucionar los desvíos del proceso. La segunda característica de estos sistemas es la complejidad interactiva, cuya naturaleza misma propicia interacciones inesperadas. La complejidad interactiva supone que distintos componentes pueden eventualmente interactuar con otros componentes fuera de la secuencia de producción prevista por el diseño. Estas interrelaciones no siempre han sido planeadas, no son siempre conocidas o familiares. Por lo tanto, en un contexto de complejidad interactiva es paradójicamente esperable que ocurran interacciones inesperadas. Al crearse secuencias o vínculos entre sistemas o subsistemas de manera inesperada, la interacción desconcierta a los diseñadores, los prestadores de servicios y los operadores del sistema. Cuando esto ocurre, se hace difícil comprender rápidamente cuál es el problema, cuáles son los peligros reales y cómo gestionar el riesgo. Perrow (1984) describe los sistemas complejos y los compara con los sistemas simples o lineales. Por su parte, Hollnagel (2009) resume la descripción de Perrow de la siguiente manera:
- Los sistemas complejos consisten en múltiples partes que dependen entre sí, y solo hay una pequeña posibilidad de retrasar los procesos o llevar a cabo acciones.
- Las acciones deben, generalmente, seguir una secuencia variable y a menudo hay solo un método para lograr el objetivo.
- Hay una pequeña posibilidad de escatimar o de sustituir suministros, recursos o personal.
- Los amortiguadores y las redundancias existen tal y como han sido diseñados en el sistema, y no pueden adaptarse para dar respuesta a demandas imprevistas.
A su vez, Reason (2009) adapta la descripción de Perrow y define a los sistemas sociotécnicos complejos a partir de las siguientes características:
- Los componentes que no están vinculados entre sí en una secuencia de producción están en estrecha proximidad.
- Hay presentes muchas conexiones de modos comunes. Es decir, componentes cuyo fallo tienen múltiples efectos “más abajo”.
- Existe solo una posibilidad limitada de aislar los componentes fallidos.
- Debido al alto grado de especialización, existen pocas posibilidades de sustituir o reasignar el personal. La misma falta de posibilidad de intercambios afecta también a los suministros y materiales.
- Hay bucles no familiares o no pretendidos en el feedback.
- Existen muchos parámetros de control que podrían interactuar potencialmente.
- Debe obtenerse indirectamente o colegirse determinada información acerca del estado del sistema.
- Solamente existe una comprensión limitada de algunos procesos, particularmente de aquellos que implican trasformaciones.
A partir del desarrollo tecnológico actual, e incorporando los marcos teóricos de Perrow, Hollnagel y Reason, entre otros, se puede definir a los sistemas actuales (al menos los de alto riesgo) como sistemas sociotécnicos complejos a los cuales les corresponde ser analizados desde el pensamiento sistémico y en cuanto a seguridad operacional desde la investigación sistémica de accidentes (ver estos términos en este glosario). Así se consideran a humanos, grupos, sociedades y artefactos tecnológicos en un estrecho acoplamiento e interacción.
Los llamados sistemas sociotécnicos complejos (como la industria del transporte, las de energía, la industria militar, nuclear y química), se componen de subsistemas estrechamente relacionados, fusionados en una alta interacción y dependencia. A su vez, estas industrias están sometidas a continuas solicitudes cuyo fin es aumentar su producción, eficiencia y seguridad, demandas que son satisfechas por la inclusión de sistemas e innovación tecnológica con alta dependencia entre los sistemas y subsistemas, así como con los usuarios.
REFERENCIAS
Emery, Frederick y Trist, Eric (1960). “Socio-technical Systems”. En Churchman, C. W. and Verhulst, M. (eds.), Management Sciences—Models and Techniques Vol. 2. London, Pergamon Press.
Emery, Frederick (1978). “The emergence of a new paradigm of work”. Canberra, Australian National University Centre for Continuing Education.
Hollnagel, Erik (2009). Barreras y prevención de accidentes. Madrid, Modus Laborandi.
Reason James (2009). El error humano. España, Modus Laborandi.
Trist, Eric (1981). “The evolution of socio-technical systems. A conceptual framework and an action research program”. Toronto, Ontario Ministry of Labour.